Primera aparición de El Eternauta en Hora Cero

El Eternauta apareció por primera vez en 1958 en la revista Hora Cero Semanal


 En el vasto universo de la ciencia ficción, pocas obras logran trascender las páginas para convertirse en un verdadero faro cultural. "El Eternauta", la icónica historieta argentina creada por el visionario guionista Héctor Germán Oesterheld y el magistral dibujante Francisco Solano López, es una de ellas.

Desde su primera publicación en 1957, esta epopeya de supervivencia y resistencia ha tejido una narrativa que no solo anticipó futuros distópicos, sino que se entrelazó de manera indisoluble con la turbulenta historia de Argentina, convirtiéndose en un símbolo de lucha y memoria colectiva que hoy, más que nunca, resuena a nivel global gracias a su reciente adaptación en Netflix. 


Génesis de un mito

Imaginen Buenos Aires, en pleno verano, cubierta por una misteriosa y letal nevada radiactiva. Así comienza "El Eternauta", una historia que se publicó por primera vez como una tira cómica serializada en la revista Hora Cero Semanal, de Editorial Frontera, entre 1957 y 1959.  

La primera entrega vio la luz el 4 de septiembre de 1957, con una cadencia de tres páginas semanales, y llevaba el subtítulo "Memorias de un navegante del porvenir".  Este formato de narrativa extensa y continua era, para la época, una rareza, prefigurando lo que décadas más tarde se conocería como "novela gráfica"

La dupla creativa de Oesterheld en el guión y Solano López en el dibujo dio vida a Juan Salvo, un hombre común que, junto a su familia y amigos, se ve forzado a organizarse para sobrevivir y resistir a una invasión extraterrestre a escala global.  Los invasores, conocidos como "Los Ellos", son revelados como señores galácticos que manipulan a otras razas alienígenas para sus propios fines. 

Desde sus inicios, el cómic ya contenía un sutil pero profundo contenido social y político, explorando temas de solidaridad y la construcción de una identidad colectiva frente a la adversidad.  El final de la serie original es icónico: Juan Salvo, transformado involuntariamente en el "Eternauta" –un navegante del tiempo y el espacio en busca de su familia–, regresa a 1959 para relatar su historia a Germán, el alter ego del autor, como una advertencia de la catástrofe que aún podría ocurrir.

La obra no sólo fue pionera en Argentina, sino a nivel global. Se ha señalado que "El Eternauta" (en su período inicial de publicación y primeras compilaciones, 1957-1962) antecede a hitos de la ciencia ficción occidental como Doctor Who (por 6 años), Star Trek (por 9 años), 2001: Una Odisea del Espacio (por 11 años) y Star Wars (por 20 años). 

Esta cronología la posiciona como una contribución temprana y significativa a la ciencia ficción del siglo XX a nivel mundial, y su innovador formato narrativo de larga duración subraya aún más su estatus pionero.

Sin embargo, el contexto en el que nació "El Eternauta" no fue sencillo. La inestabilidad económica y política de Argentina en la década de 1950 fue un catalizador directo tanto para la génesis de la obra como para sus primeros desafíos. La publicación inicial coincidió con la dictadura conocida como la "Revolución Libertadora".

Poco después de la conclusión del cómic, la editorial de Oesterheld, Editorial Frontera, quebró y cerró. 

Estos eventos sugieren que la precariedad sociopolítica y económica de Argentina no solo influyó en el contenido temático de la historieta –la alegoría de la invasión y la resistencia–, sino que también afectó directamente la viabilidad financiera de su creador y el modelo de negocio de la publicación de cómics. 

El "Siglo de Oro de la historieta argentina" estaba llegando a su fin en términos económicos, lo que obligaría a Oesterheld a buscar nuevas vías de publicación y, posiblemente, influiría en sus decisiones creativas para futuras secuelas.

Francisco Solano López con Enrique Amarante, autor de este blog

Francisco Solano López con Enrique Amarante, autor de este blog


Un legado en constante transformación

La trayectoria de "El Eternauta" en Argentina es un reflejo de la evolución social, política y editorial del país. A lo largo de las décadas, la obra ha sido objeto de diversas continuaciones, reversiones y reediciones, cada una aportando nuevas capas a su complejo legado.


La secuela novelada fallida (1961):

Tras la conclusión de la serie original, el dibujante Francisco Solano López se trasladó a Europa en busca de oportunidades de trabajo más rentables en la industria del cómic.  Esta partida, combinada con las dificultades financieras que enfrentaba Oesterheld, lo llevó a cancelar una secuela que había planeado inicialmente.  Esta situación ilustra cómo las limitaciones económicas y la movilidad de los artistas influyeron directamente en la diversificación narrativa de la obra. La precariedad económica del sector del cómic y la búsqueda de mejores condiciones laborales por parte de los dibujantes tuvieron un impacto directo en la continuidad y el desarrollo de la historia, forzando a Oesterheld a explorar formatos alternativos.

Una edición en libro de "El Eternauta" de 1961, publicada por Editorial Ramírez (que había adquirido Frontera), incluyó pequeñas continuaciones que exploraban los viajes temporales de Juan Salvo a eventos históricos como la erupción del Vesubio en Pompeya y el bombardeo atómico de Hiroshima, destacando el profundo humanismo del autor. 

En 1961, Oesterheld, en una situación de pobreza y desesperado por trabajo editorial, intentó escribir una secuela en formato de novela. Aunque nunca fue terminada ni publicada en su totalidad, fragmentos de esta obra pueden encontrarse en el libro El Eternauta y otros cuentos

En esta secuela incompleta, Juan Salvo reaparecía en El Tigre poco después de los eventos de la primera parte, reuniéndose con Favalli y descubriendo que la invasión había afectado al mundo de manera desigual, con "Los Ellos" habiendo llegado a acuerdos con gobiernos del Primer Mundo.


La reversión de 1969 (Oesterheld & Breccia):

En 1969, "El Eternauta" fue objeto de una controvertida reversión, publicada en el semanario Gente a partir del 29 de mayo.  Esta nueva versión contó con el arte de Alberto Breccia, un artista conocido por su estilo experimental, expresionista y tenebroso, que contrastaba fuertemente con las figuras más agradables y costumbristas de Solano López.

En este período, Oesterheld, influenciado por las nuevas ideas revolucionarias y el activismo de sus hijas, decidió actualizar la historia para reflejar la coyuntura política del momento, dotándola de un tono político mucho más explícito.

La publicación de la primera entrega de esta reversión coincidió con "El Cordobazo", una importante rebelión obrero-estudiantil contra la dictadura de Onganía. La principal diferencia narrativa en esta versión es que la invasión extraterrestre ya no es global, sino que se localiza en Sudamérica, sugiriendo una colaboración entre los gobiernos del Primer Mundo y "Los Ellos"

La correlación directa entre la evolución política de Oesterheld y la radicalización temática de su obra es evidente en esta reversión. Múltiples fuentes señalan que la versión de 1969, y posteriormente "El Eternauta II", exhibieron un "tono político más explícito" y "alegorías políticas más directas". 

Esto se vincula directamente con el creciente interés de Oesterheld en "nuevas ideas revolucionarias" y su "evolución ideológica". Esta es una relación de causa y efecto clara: el despertar político y el activismo personal de Oesterheld se tradujeron directamente en un mensaje político más abierto y confrontacional en su arte, transformando la obra de una alegoría sutil a un comentario directo sobre la política argentina contemporánea.

Sin embargo, a pesar de su profundo mensaje político, la serie fue cancelada debido a las quejas de los lectores sobre el estilo artístico de Breccia. El arte experimental y tenebroso de Breccia fue una desviación significativa del estilo más convencional de Solano López, lo que generó una tensión entre la experimentación artística y la recepción de la audiencia masiva. Esto demuestra que, si bien Oesterheld buscaba evolucionar la narrativa políticamente, el cambio radical en el estilo artístico alienó a una parte considerable de la audiencia principal, lo que indica que la innovación artística, incluso al servicio de un mensaje más profundo, a veces puede obstaculizar el éxito comercial y la aceptación del público.


El Eternauta II (1976):

"El Eternauta II" fue publicado en 1976 en la revista Skorpio por Ediciones Record.  Esta secuela directa fue escrita por Héctor Germán Oesterheld y dibujada nuevamente por Francisco Solano López.  Trágicamente, esta fue la última obra de Oesterheld antes de su detención-desaparición en 1977, durante la última dictadura cívico-militar argentina.

Oesterheld escribió esta obra mientras estaba en la clandestinidad, entregando los guiones a Solano López a través de intermediarios.

La trama retoma la historia directamente desde el final de la obra original, con Juan Salvo y Germán siendo transportados 150 años al futuro, donde Buenos Aires ha sido destruida por un holocausto nuclear y la invasión está mucho más avanzada. 

En esta versión, Juan Salvo se transforma en un "caudillo" frío, calculador y violento, dotado de poderes físicos y mentales, que lidera a los pocos sobrevivientes en una revolución directa y armada contra "Los Ellos".

Los temas abordados incluyen la destrucción total del enemigo, la revolución armada, elementos ecológicos y la presencia de una figura femenina fuerte y heroica, María, basada en la hija de Oesterheld, Beatriz, quien ya había sido asesinada por la represión estatal.

El destino del creador y la narrativa de la obra se entrelazan de manera trágica. Las fuentes destacan que "El Eternauta II" fue la última obra de Oesterheld antes de su desaparición y el asesinato de sus cuatro hijas, dos de ellas embarazadas. 

La mención de que el personaje de María en "El Eternauta II" se basó en su hija Beatriz, ya fallecida, añade una capa de dolorosa meta-narrativa. La lucha de Oesterheld en la vida real contra un régimen opresor se reflejó y, finalmente, fue consumida por los mismos temas de resistencia, sacrificio y la lucha contra un enemigo abrumador y deshumanizador que se representaban en su obra. El cómic se convierte así en un testamento de su martirio personal y político.

Sin embargo, esta colaboración no estuvo exenta de tensiones. Se ha documentado que Francisco Solano López "no estaba de acuerdo con sus [de Oesterheld] nuevas ideas extremistas y radicalizadas" y se sentía "inconforme con la idea" de "El Eternauta II"

De hecho, Solano López intentaría más tarde un "reboot" de las secuelas. Estas divisiones internas y desacuerdos dentro del equipo creativo reflejan las polarizaciones sociales y políticas más amplias que asolaron Argentina en la década de 1970. La divergencia artística e ideológica entre los creadores originales, particularmente en lo que respecta al giro hacia la lucha armada y los temas radicalizados, ilustra cómo el clima sociopolítico externo puede generar diferencias irreconciliables, afectando la dirección creativa y, potencialmente, la coherencia de la obra.


Continuaciones posteriores y re-imaginaciones:

Tras la desaparición de Oesterheld, otros autores intentaron continuar la serie, aunque ninguna de estas secuelas logró replicar el éxito y la trascendencia de la obra original. 

Entre ellas se encuentran: El Eternauta: tercera parte (1981), escrita por Alberto Ongaro con arte de Mario Morhain y Oswal; El Eternauta, el mundo arrepentido (1997), con guion de Pablo Maiztegui y dibujos de Francisco Solano López; El Eternauta: Odio cósmico (1999), por Pablo Muñoz y Ricardo Barreiro con arte de Walther Taborda y Gabriel Rearte; y El Eternauta, el regreso (2003), también de Pablo Maiztegui y Francisco Solano López, que buscaba imaginar una secuela con un Juan Salvo menos radicalizado.  

Estas continuaciones posteriores a menudo incorporan "alteraciones en el continuo espacio-tiempo" y sugieren que la historia está "condenada a repetirse", lo que contribuye a revitalizar el símbolo de "El Eternauta" con cada nueva iteración. 

La idea de un "bucle eterno" o el "castigo del hombre que viaja por la eternidad" se ha asociado con el destino del personaje y estas continuaciones. 

La percepción de que "El Eternauta" está "sin terminar" es una declaración más simbólica que literal. Se ha aclarado que esta idea es "más un reclamo simbólico" debido a la desaparición de Oesterheld, en lugar de una falta real de conclusión narrativa.  La extensa lista de secuelas y reediciones demuestra que la historia ha sido continuada y republicada en numerosas ocasiones, tanto por el propio Oesterheld como por otros autores. Esta aclaración es fundamental para corregir una comprensión popular pero imprecisa, enfatizando que el aspecto de "inconcluso" es una poderosa memoria cultural ligada al trágico destino del autor, y no una laguna narrativa.


Fascímil de original de El Eternauta


Compilaciones y restauraciones notables

La vida de "El Eternauta" en Argentina se ha mantenido vibrante gracias a una constante sucesión de compilaciones y reediciones, que han asegurado su perdurabilidad y acceso a nuevas generaciones. Las primeras compilaciones de la versión original fueron realizadas por Editorial Ramírez en 1961/1962.  Posteriormente, Ediciones Récord llevó a cabo extensas republicaciones a partir de 1975, incluyendo compilaciones completas, fascículos y ediciones a color, aunque Solano López afirmó que nunca se le pagó por estas. 

Las ediciones en diarios, como "La biblioteca argentina" (2000) y "Biblioteca Clarín de la historieta" (2004) de Clarín, jugaron un papel crucial en acercar la obra a un público masivo.  Ediciones de aniversario y restauradas, como las de Doedytores (2007 en formato original, 2012 con viñetas perdidas, 2020 integral) y Planeta Comic (2022 restaurada), han asegurado la preservación y accesibilidad de la obra. 

A nivel internacional, Norma Editorial (España, 2007), RM Verlag (España, 2010) y Fantagraphics Books (EE. UU., 2015, primera edición en inglés) también han contribuido a su difusión.  El mercado actual ofrece diversas ediciones "completas" de editoriales como Planeta Cómic y Doedytores, en tapa blanda y dura. 

El papel de las reediciones en la configuración y recontextualización del legado de la obra es innegable. El volumen y la variedad de las reediciones revelan un esfuerzo continuo por mantener "El Eternauta" presente en la conciencia pública. 

Esta continua republicación no es meramente comercial; contribuye activamente a la "perdurabilidad" y "vigencia" de la obra. Cada nueva edición, especialmente aquellas con restauraciones o material adicional, recontextualiza la obra para las nuevas generaciones, permitiendo nuevas interpretaciones y reforzando su estatus de "clásico".

En cuanto a la versión de 1969 con Alberto Breccia, fue publicada en "Los libros de Humor N.º 3" de Ediciones de la Urraca (1982) y en "El Eternauta y otras historias" de Ediciones Colihue (1997), esta última acompañada de otras obras de Oesterheld y Breccia.  La primera edición en portugués brasileño de esta versión fue publicada por Comix Zone en 2019.  Las reediciones de "El Eternauta II" incluyen las de Ediciones Récord (1978, 1983 a color), la Biblioteca Clarín de la Historieta (2004) y Doedytores (2007). 


El Eternauta: un ícono cultural

"El Eternauta" marcó un punto de inflexión en la historieta argentina, abriendo camino a obras más complejas dirigidas a un público adulto e influyendo en generaciones de artistas. En 2016, la historieta recibió un Premio Eisner, considerado el equivalente a un Oscar en el mundo del cómic, lo que subraya su aclamación crítica internacional. 

La reciente adaptación de Netflix, estrenada el 30 de abril de 2025 y protagonizada por Ricardo Darín, ha impulsado a "El Eternauta" a un reconocimiento global, convirtiéndose en una de las series más vistas en América Latina y Europa.  Esta adaptación ha catalizado nuevas discusiones y reevaluaciones de la obra original, reforzando su atractivo universal y su relevancia contemporánea. 

Post a Comment